Tulum es el destino ideal para quienes buscan una fusión entre el legado maya, playas paradisíacas y la energía bohemia del Caribe. Esta joya en la Riviera Maya ofrece desde impresionantes zonas arqueológicas junto al mar hasta cenotes y reservas naturales. En esta guía exploraremos los 7 lugares imperdibles de Tulum, cómo llegar desde Cancún o Playa del Carmen, precios actualizados, horarios, actividades que podés hacer, consejos prácticos para moverte y por qué alquilar un auto con Tripwip hará tu viaje mucho más fluido y personalizado.
Tulum está ubicado en el estado de Quintana Roo, a 130 km al sur del aeropuerto internacional de Cancún y a 65 km al sur de Playa del Carmen, sobre la Carretera Federal 307 que recorre toda la Riviera Maya. Llegar es muy sencillo, y hay varias formas de hacerlo según tu presupuesto, tiempo y nivel de comodidad.
Las ruinas mayas de Tulum son el símbolo más icónico del destino. Este antiguo puerto comercial fue uno de los últimos asentamientos mayas en pie al momento de la llegada de los españoles. Lo que las hace únicas es su ubicación sobre un acantilado con vista directa al mar Caribe: una de las postales más famosas de México.
Entre sus estructuras destacan El Castillo, el Templo del Dios Descendente y el Templo de los Frescos, con murales aún visibles. Además, desde las ruinas hay un acceso a una playa virgen (cuando está habilitada), donde podés darte un chapuzón con ruinas mayas de fondo.
Ubicada a pocos minutos de las ruinas, Playa Paraíso hace honor a su nombre: aguas turquesas, arena blanca y palmeras que se mecen con la brisa. Es de acceso público, aunque también tiene clubes de playa con camastros y servicio gastronómico.
Podés llevar tu toalla y pasar el día o alquilar una sombrilla en locales como Villa Pescadores o El Paraíso Beach Club. Desde esta playa también salen tours en lancha hacia las ruinas vistas desde el mar.
Uno de los cenotes más populares y accesibles de Tulum. Se trata de un sistema semicerrado de agua cristalina, ideal para nadar, bucear o simplemente refrescarse. Hay zonas de caverna con estalactitas y áreas abiertas con tortugas de agua dulce y peces tropicales.
El lugar cuenta con baños, duchas, lockers, áreas verdes y pasarelas de madera. Es perfecto para familias, parejas o viajeros solitarios que quieren experimentar un cenote bien mantenido, seguro y hermoso.
Mucho más rústico y aventurero que el Gran Cenote, el Cenote Calavera debe su nombre a las tres aberturas circulares que recuerdan la forma de un cráneo. Es ideal para quienes buscan fotos originales, clavados y buceo libre.
No es un lugar de confort, pero su vibra alternativa y su belleza natural lo hacen imperdible. Hay una escalera de madera para entrar al agua, además de plataformas desde donde tirarse.
Un lugar aún no tan turístico, la Laguna Kaan Luum es una laguna de aguas color jade con un cenote profundo en el centro que crea un contraste impresionante. La entrada es poco profunda, ideal para nadar o flotar con calma.
No se permite nadar directamente en el cenote (zona restringida), pero sí disfrutar del entorno desde los muelles y miradores. Es ideal para descansar y pasar unas horas lejos del ruido.
Sitio UNESCO que combina manglares, canales, selva y arrecifes.
Un verdadero tesoro natural y Patrimonio de la Humanidad, Sian Ka’an abarca más de 500.000 hectáreas de selva, manglares, lagunas, ríos subterráneos y playas vírgenes. Podés hacer un tour en lancha por los canales mayas, avistar delfines, tortugas y manatíes, o caminar entre senderos donde conviven más de 300 especies de aves.
La entrada se hace por el arco de entrada Punta Allen, pero el camino es de terracería y requiere 4x4 o contratar un tour en camioneta. Vale cada segundo por su naturaleza pura, sin masificación ni comercio.
Aunque no sea un “lugar turístico” tradicional, la Zona Hotelera y Aldea Zama forman parte esencial de la experiencia Tulum. Son las áreas donde se encuentran los hoteles boutique, beach clubs, restaurantes de autor, tiendas de diseño y cafés orgánicos.
Pasear por sus caminos de tierra, llenos de luces colgantes y decoración selvática, es parte del encanto de Tulum. Muchos viajeros lo comparan con Bali, pero con corazón mexicano.
Tulum es un destino completo que brinda historia milenaria, naturaleza impresionante y relax caribeño. Desde las ruinas sobre el mar hasta cenotes mágicos o la selva protegida de Sian Ka’an, cada uno de los 7 lugares recomendados ofrece una experiencia única. Contar con auto propio mediante Tripwip mejora tus recorridos —más flexibilidad, comodidad y ahorro de tiempo— para que disfrutes plenamente cada rincón sin depender de tours o rutas fijas.
Tulum puede visitarse todo el año, pero la mejor época depende de lo que busques. Si querés disfrutar de playas tranquilas, buen clima y menos turistas, los meses ideales son noviembre a abril, que corresponden a la temporada seca. El clima es cálido, con cielos despejados y temperaturas agradables entre los 25 y 30 °C. Además, es la mejor temporada para nadar en cenotes con aguas más cristalinas y visitar las ruinas sin aglomeraciones.
La temporada de lluvias va de mayo a octubre, con mayor humedad, calor más intenso y posibilidad de tormentas tropicales, aunque los precios de alojamiento y tours bajan considerablemente. Si no te molestan algunas lluvias ocasionales, este puede ser un buen momento para ahorrar y disfrutar del destino con más calma.
Tené en cuenta que entre julio y octubre es temporada de sargazo, un alga marina que afecta muchas playas del Caribe mexicano. Si el mar cristalino es tu prioridad, es mejor evitar esos meses.
Sí, alquilar un auto en Tulum es muy recomendable, especialmente si querés explorar a fondo sus alrededores. Aunque el centro del pueblo y la zona hotelera son accesibles en bicicleta o scooter, muchas de las mejores atracciones —como cenotes, playas alejadas, la Reserva de Sian Ka’an o incluso excursiones hacia Cobá y Valladolid— están dispersas y no tienen buen acceso en transporte público.
Con un auto podés organizar tu propio recorrido, ahorrar tiempo, evitar depender de tours organizados y acceder a lugares menos turísticos con más libertad. Además, Tulum tiene muchas zonas sin sombra, por lo que moverse en vehículo con aire acondicionado hace la experiencia mucho más cómoda, especialmente en verano.
Servicios como Tripwip permiten alquilar autos directamente desde la app, con precios claros, seguros incluidos y opciones de entrega en el aeropuerto o en tu alojamiento.
Depende del tipo de viaje que estés planeando. Si te vas a quedar principalmente en la zona urbana y la franja costera, un auto compacto o económico es ideal: fácil de estacionar, ágil en el tránsito y con buen consumo de combustible.
Ahora, si tu idea es visitar cenotes más alejados, caminos de terracería o la Reserva de Sian Ka’an, lo más recomendable es optar por una camioneta tipo SUV, ya que algunas rutas pueden tener tramos sin pavimentar, especialmente durante la temporada de lluvias.
En ambos casos, es importante alquilar un vehículo en buenas condiciones y revisar que tenga aire acondicionado. Con Tripwip podés elegir el tipo exacto de auto según tu plan y añadir extras como GPS o silla para bebé si lo necesitás.
Sí, manejar en Tulum es seguro, siempre que respetes las normas de tránsito y tomes precauciones básicas. Las rutas principales —como la Carretera Federal 307 que conecta Cancún, Playa del Carmen y Tulum— están en buen estado, bien señalizadas y con bastante flujo vehicular.
Dentro del pueblo, el tránsito suele ser lento y es común encontrar bicicletas, peatones y motos compartiendo la vía, por lo que es importante manejar con precaución. Además, hay muchos topes (reductores de velocidad) que no siempre están señalizados, así que es clave conducir con atención.
Se recomienda no manejar de noche en caminos rurales o hacia zonas muy apartadas, como el interior de la Reserva de Sian Ka’an, especialmente si no conocés el terreno. Siempre llevá tu licencia, papeles del auto y una copia de tu pasaporte, ya que hay retenes policiales en las rutas principales.
El estacionamiento en Tulum varía mucho según la zona. En el centro del pueblo y zonas residenciales, es común encontrar estacionamiento gratuito en la calle, aunque en temporada alta puede haber poca disponibilidad.
En la zona hotelera y en playas privadas, la mayoría de los estacionamientos son privados y pagos, con tarifas que van desde $50 a $150 MXN por hora o tarifas fijas por día. Algunos restaurantes o clubs de playa ofrecen estacionamiento gratuito si consumís en el lugar.
En sitios turísticos como las ruinas de Tulum, cenotes y parques naturales, suele haber estacionamientos habilitados con costos moderados. Lo mejor es llevar algo de efectivo (pesos mexicanos), ya que no todos aceptan tarjetas.
Sí, si tomás la autopista de cuota (Carretera 305D) desde Cancún hacia Playa del Carmen y luego seguís por la 307 hasta Tulum, vas a pasar por un peaje principal que conecta con la Ruta del Sol. El costo ronda los $120 a $150 MXN por vehículo, dependiendo del tramo y del tipo de auto.
También podés evitar los peajes tomando la carretera libre, aunque suele tener más tráfico y atraviesa zonas urbanas, lo que puede demorar el viaje. En ambos casos, es recomendable llevar efectivo en pesos mexicanos, ya que no todos los peajes aceptan tarjeta.
El precio de la gasolina en Tulum varía levemente según la estación, pero en promedio:
Los precios están regulados, pero pueden variar un poco según la marca (Pemex, G500, BP, etc.). Las estaciones están bien distribuidas y la mayoría acepta tarjetas. Algunas estaciones ofrecen pago con apps locales. Es recomendable llenar el tanque antes de salir a rutas más alejadas, especialmente si vas hacia Cobá o Sian Ka’an.